Medio centenar de muertos en Nepal, toque de queda

(ANSA) – KATMANDU 12 SEPT – El presidente y el ejército de Nepal intentaban este viernes encontrar a un líder de consenso para un gobierno interino, con el fin de llenar el vacío político tras las protestas anticorrupción que derrocaron al gobierno y dejaron el parlamento en llamas y al menos 51 muertos.
La nación del Himalaya, de 30 millones de habitantes, se sumió en el caos esta semana después de que las fuerzas de seguridad intentaran reprimir las manifestaciones de jóvenes activistas contra la corrupción, lo que culminó en una ola de violencia el martes.
Al menos 51 personas murieron en los peores disturbios desde el fin de la guerra civil maoísta y la abolición de la monarquía en 2008.
El ejército retomó el control de las calles el miércoles e impuso un toque de queda, y el comandante militar, el general Ashok Raj Sigdel, y el presidente Ramchandra Paudel, conversaron con figuras clave y representantes de la "Generación Z", como se conoce al movimiento de protesta juvenil.
Las facciones rivales mantienen sus desacuerdos, aunque Sushila Karki, de 73 años y primera mujer en ocupar el cargo de jefa de justicia de Nepal, es la principal candidata. "Se ha programado una reunión con el presidente, el jefe del ejército, la exjefa de justicia Sushila Karki, nuestro representante Sudan Gurung y un experto legal", dijo Nimesh Shrestha, parte del movimiento de la Generación Z.
Karki detalló que "los expertos deben unirse para trazar el camino a seguir" y que "el parlamento sigue en pie".
Por su parte, el activista juvenil Gurung dijo a los periodistas el jueves que su "primera exigencia es la disolución del parlamento".
El presidente Paudel emitió un comunicado a la nación el jueves, señalando que "se está buscando una solución al problema, lo antes posible". El ejército patrulló las calles en gran parte silenciosas de la capital, Katmandú, por tercer día consecutivo este viernes, tras las protestas y el caos a nivel nacional que incluyó una fuga masiva de prisioneros.
El viernes hubo un breve levantamiento del toque de queda, que fue aprovechado por la población para abastecerse de víveres. Las tiendas de alimentos, puestos de té y farmacias estaban repletos de clientes después de días de encierro.
Al menos 51 manifestantes murieron, principalmente el lunes, durante la represión policial a las protestas contra la corrupción y la mala gestión del gobierno, que se desataron por una prohibición de las redes sociales.
Los manifestantes prendieron fuego al parlamento, a los principales edificios gubernamentales y a un hotel Hilton el martes, lo que llevó a la renuncia del primer ministro, KP Sharma Oli, de 73 años, y a que el ejército se hiciera cargo de las calles.
El ejército de Nepal informó este viernes que había recuperado más de 100 armas saqueadas durante el levantamiento, en el que se vio a los manifestantes portando rifles automáticos. Más de 12.500 prisioneros que escaparon de las cárceles de todo el país durante el caos "siguen prófugos", dijo el portavoz de la policía, Binod Ghimire.
Las protestas fueron alimentadas por los problemas económicos de larga data en Nepal, donde más de dos quintas partes de la población tiene entre 16 y 40 años. Una quinta parte de las personas de entre 15 y 24 años está desempleada, según el Banco Mundial, con un PIB per cápita de poco menos de 1500 dólares. (ANSA).
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