La Copa se mancha con sangre

(ANSA) – SANTIAGO DE CHILE, 11 ABR – La Copa Libertadores vivió el jueves una nueva noche negra con la muerte de dos aficionados antes de iniciarse el partido que jugaban Colo Colo y Fortaleza en el Estadio Monumental de Santiago por el Grupo E y que debió ser suspendido a los 69' por desmanes dentro del recinto, pero también por el asesinato de un fanático colombiano del Atlético Nacional de Medellín, apuñalado tras la derrota por 3-0 de su equipo frente a Inter de Porto Alegre en Brasil por el Grupo F.
"Estoy consternado por los trágicos incidentes ocurridos en Santiago. En nombre de la FIFA y de toda la familia del fútbol quiero expresar mis sinceras condolencias a los clubes, a la Conmebol y a la Federación chilena (ANFP), así como a las familias y allegados de las víctimas", afirmó Gianni Infantino, presidente de la entidad en un comunicado en el que, además, condena "los hechos de violencia que no deberían tener lugar en el fútbol".
El uruguayo Gustavo Tejera, árbitro del partido que jugaban Colo Colo y Fortaleza por la segunda fecha de la fase de grupos del torneo continental, interrumpió las acciones cuando miembros de la "Garra Blanca", la barra brava del equipo chileno ingresaron por la fuerza al campo de juego para provocar la suspensión del mismo debido a los choques entre simpatizantes del "Cacique" y la policía cuando algunos pretendían ingresar al estadio sin entrada.
La represión de los Carabineros dejó un saldo dos muertos: un niño de 13 años que fue víctima de la estampida humana y habría fallecido aplastado por una pesada reja, y una joven de 18 años, cuya hermana, consultada por medios de prensa locales, afirmó que había concurrido al estadio con el boleto correspondiente y, según testigos, murió al ser atropellada por un carro hidrante de la policía, lo que desató la violencia dentro del estadio varios minutos más tarde.
Los futbolistas de Fortaleza huyeron rumbo a los vestuarios, mientras sus colegas de Colo Colo, equipo entrenado por el argentino Jorge Almirón en el que juega Arturo Vidal, intentaban aplacar los ánimos de los fanáticos más enardecidos, obligando al árbitro Tejera a suspender definitivamente el duelo en el epílogo de una nueva noche trágica para el fútbol.
Según se anticipa, la Conmebol le aplicaría una dura sanción al equipo chileno, que podría ir desde la quita de puntos hasta su posible descalificación de la Copa Libertadores, después de que la Comisión Disciplinaria de la entidad evalúe lo sucedido, que dio lugar a una investigación judicial.
Hoy por la mañana, se conoció la renuncia de la jefa del denominado "Plan Estadio Seguro", Pamela Venegas, confirmada por el ministro de Seguridad Pública de Chile, Luis Cordero, quien además de condenar los hechos, lamentó la muerte de los jóvenes aficionados de Colo Colo y recordó que "cuando ocurren circunstancias de estas características no sólo se afecta la imagen del país, se afecta también la forma en que entendemos el deporte".
"El (Poder) Ejecutivo considera que esas personas autocalificadas como hinchas del fútbol en verdad son organizaciones criminales y de ser necesario nosotros penalmente los vamos a tratar como organizaciones criminales", destacó el ministro Cordero, mientras el Ministerio Público buscará esclarecer el accionar de los Carabineros para establecer responsabilidades.
El Fiscal Nacional Angel Valencia señaló esta mañana que "hay una planificación al sistema de ingreso al estadio que falló de manera bastante evidente", aunque aclaró que como fiscalía "no tenemos roles en materia preventiva, nosotros investigamos delitos".
En relación a la responsabilidad de Carabineros, el gobierno confirmó que hay funcionarios policiales a disposición de la Fiscalía en calidad de imputados, y que además se inició un sumario interno en la policía.
La nueva noche negra en la Copa Libertadores se completó con el asesinato de un fanático colombiano identificado como Alejandro Lopera Zuluaga en Porto Alegre, de 27 años y quien resultó apuñalado durante una riña entre aficionados de Atlético Nacional de Medellín y de Internacional, según informó la policía, que inició una investigación.
El joven llegó muerto al hospital al que había sido trasladado por el conductor de un taxi (vehículo de alquiler), quien fue amenazado por un nutrido grupo de simpatizantes de Atlético Nacional, mientras que otros perseguían al supuesto agresor, quien también resultó apuñalado y debió ser intervenido de urgencia, aunque se desconoce su identidad. (ANSA).
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