Trump despide a responsable de base en Groenlandia

(ANSA) – WASHINGTON, 11 APR – Las purgas de Donald Trump van más allá de las fronteras nacionales, pues, luego de sacar a la embajadora estadounidense en Ucrania, Bridget Brink, el mandatario decidió despedir a la persona a cargo de la única base militar estadounidense en Groenlandia, la coronel Susannah Meyers, quien criticó al vicepresidente JD Vance después de la visita a la Isla Ártica el 28 de marzo pasado.
"Los comandantes están sujetos a los más altos estándares de conducta, en particular en lo que respecta a la imparcialidad en el desempeño de sus funciones", se lee en un duro comunicado de la Fuerza Espacial de Estados Unidos.
Mientras, en X, el portavoz del Pentágono, Sean Parnell, enfatizó que "las acciones dirigidas a socavar la cadena de mando o sabotear el programa del presidente Trump no serán toleradas dentro del Departamento de Defensa".
Según military.com, Meyers tomó distancia de Vance, quien acusó a Dinamarca de descuidar la seguridad de su territorio autónomo.
"Las preocupaciones del vicepresidente no reflejan las de la Base Aérea de Pituffik", escribió el coronel en un correo electrónico a todo el personal de la base, tanto civiles como militares, que evidentemente llegó a Washington.
Entretanto, la Casa Blanca habría renunciado a la idea de anexar por la fuerza la isla más grande del mundo, centrándose, según el diario The New York Times, en la persuasión en lugar de la coerción, a través de campañas publicitarias y en las redes sociales para influir en la opinión pública.
En el otro frente candente de los objetivos expansionistas de Trump, Panamá cedió a sus presiones y permitió que Estados Unidos despliegue sus fuerzas armadas a lo largo del Canal que el presidente pretende reconquistar.
Una victoria importante para Trump y otro ataque a China en un momento en que las tensiones entre Washington y Pekín son muy altas debido a la guerra comercial.
El acuerdo no autoriza la construcción de bases permanentes, una medida profundamente impopular entre los panameños y problemática desde el punto de vista legal, y reconoce la "soberanía" de Panamá sobre el canal, un paso que no debe darse por sentado dado que el presidente no ha descartado una intervención militar.
Sin embargo, le da a Estados Unidos amplia libertad para desplegar tropas en bases existentes.
Según Trump y el jefe del Pentágono, Pete Hegseth, este último recién regresado de una visita a Panamá durante la cual firmó el acuerdo con el jefe de seguridad, Frank Abrego, "ya se desplegaron muchas tropas y se han ocupado áreas que antes no teníamos".
Desde que regresó a la Casa Blanca, Trump criticó repetidamente la excesiva influencia de China sobre el tramo estratégico de agua por donde pasa el 40 por ciento del tráfico de contenedores estadounidense y el 5 por ciento del comercio mundial.
Y no descartó el uso de la fuerza para recuperar el paso.
Estados Unidos y Panamá están obligados por tratado a defender el canal de cualquier amenaza a su neutralidad y están autorizados a tomar medidas unilaterales para hacerlo.
Pero una acción militar estadounidense contra Panamá casi con certeza violaría el derecho internacional. (ANSA).
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