Ucrania

(ANSA) – LONDRES, 11 APR – El "duque rebelde" Harry quien se convirtió en el primer príncipe británico en poner un pie en Ucrania desde que estalló el conflicto con Rusia, hace más de tres años.
Una paradoja, tal vez, para la dinastía del país occidental más expuesta de todas en su apoyo a Kiev; pero no demasiado, teniendo en cuenta el pasado militar del cadete en el frente.
La visita tuvo lugar ayer y representa algo nuevo para la realeza, con la excepción de una misión humanitaria ya realizada en el país devastado por la guerra por la duquesa de Edimburgo, Sofía, esposa del príncipe Eduardo.
El segundo hijo, de 40 años, del rey Carlos y Lady Diana viajó al oeste del país, a Lviv, para reunirse con los soldados heridos en el centro de rehabilitación Superhumans, por invitación de la directora de la instalación, Olga Rudneva.
Ahí se reunieron con motivo de la última edición de los Invictus Games, un evento deportivo reservado para personas discapacitadas de varios países del que el duque de Sussex es cofundador y patrocinador.
Una invitación que no se sabe si fue acordada con el palacio y hasta qué punto fue bien recibida por su padre, quien acababa de regresar a Londres de una visita de estado a Italia; o por su hermano mayor, el heredero al trono Guillermo, con quien las relaciones parecen tensas desde hace mucho tiempo.
Pero fue una invitación personal, que Harry no dudó en aceptar y durante la cual también le ofrecieron una reunión institucional con Natalia Kalmykova, jefa del Ministerio de Veteranos de Guerra del gobierno ucraniano.
El viaje se produjo en privado, al margen de la visita que realizó al Reino Unido el príncipe -quien se mudó a Estados Unidos tras la traumática ruptura en 2020 del resto de la Familia Real- para asistir a principios de semana a las audiencias del recurso que él mismo presentó ante la justicia británica contra la revocación del derecho automático a escolta policial que le impuso el Ministerio del Interior en Londres tras la ruptura.
Harry, quinto en la sucesión al trono, sirvió de joven, y durante 10 años. al Ejército británico.
Y es el único Windsor que tuvo experiencia directa de la guerra en los últimos treinta años, habiendo enfrentado dos misiones en Afganistán. (ANSA).
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