Inter se afirma en la cima

(ANSA) – MILAN, 12 ABR – Inter venció por 3-1 de local al Cagliari, le amargó el festejo al equipo sardo en el quincuagésimo quinto aniversario de la obtención de su único "scudetto", y se afirmó en la cima con 71 puntos y seis de ventaja sobre Napoli, que cerrará la trigesimosegunda fecha el lunes de local frente al Empoli.
El "nerazzurro" se impuso con goles del austríaco Marco Arnautovic a los 13', del argentino Lautaro Martínez a los 26' y del alemán Yann Bisseck a los 55', tras el descuento de Roberto Piccoli a los 48' para los dirigidos por Davide Nicola, que también le llevan seis puntos de distancia a Empoli, antepenúltimo de la tabla.
Pese a haberle dado descanso a algunos de los titulares pensando en la revancha por cuartos de final que jugará el miércoles frente a Bayern Munich, tras derrotarlo por 2-1 como visitante (con un gol de Martínez), el equipo de Simone Inzaghi confirmó su favoritismo ante un Cagliari que pelea por la permanencia de la mano de un especialista como Nicola.
Buen cierre de semana para Inter, que en la fecha anterior desperdició dos goles de ventaja y terminó empatando con Parma como visitante, aunque Napoli no lo aprovechó e igualó en un gol frente al más encumbrado Bologna, que el domingo de Pascuas recibirá al "nerazzurro" en la próxima fecha.
"Estábamos pendientes de este partido, que no era tan sencillo como algunos suponían. Tuvimos una distracción que Cagliari aprovechó para descontar, pero en líneas generales jugamos bien", resumió Inzaghi.
"Estamos orgullosos de lo que estamos haciendo. El año pasado habíamos jugado 48 partidos y en esta temporada ya llevamos 49", destacó el DT de un Inter que sumó su vigesimoprimera victoria en el campeonato, en el que sufrió apenas tres derrotas y empató los restantes ocho partidos.
Le espera un nuevo desafío, superar el corte y sacar pasaje a semifinales en la Champions ante un Bayern Munich que nunca es un rival sencillo y frente al cual, advierte Inzaghi, "tenemos que jugar como lo hicimos en Munich, sin guardarnos nada y sin pensar en la mínima ventaja que llevamos".
Hoy, ante 72 mil aficionados, Inter sí guardó energías y preservó a seis jugadores de aquel equipo que celebró el martes, con el regreso al plantel de Federico Dimarco, quien generó la primera llegada de riesgo frente a Cagliari y dejó a Martínez cara a cara con Elia Caprile, pero el remate del capitán se estrelló del lado externo de la red.
El argentino fue por revancha, pero Arnautovic se le anticipó y a los 13' decretó el 1-0 parcial con un potente zurdazo que no le dio opciones al arquero visitante y sí le dio tranquilidad a Inter, que con paciencia manejó los ritmos y controló la tenencia del balón, sin desesperarse por aumentar la ventaja.
Cagliari demostró que no había viajado a Milán como simple "sparring" y respondió con Piccoli, cuyo disparo fue conjurado a puro reflejo por el suizo Yann Sommer, quien también demostró una gran condición física para recuperarse de un resbalón previo.
Y la "máxima" según la cual gol que se desperdicia se sufre en el arco propio se cumplió minutos después cuando Arnautovic se "reivindicó" con Martínez y lo asistió para que sometiera con un remate por encima de un Caprile que trataba de achicarle el ángulo al argentino, que celebró 11 goles en 11 partidos frente al Cagliari.
Decimotercer gol en el campeonato para el "Toro", a uno de distancia del francés Marcus Thuram (quien lo reemplazó a los 67'), que generó preocupación en el primer período cuando cayó tomándose el tobillo izquierdo, aunque logró ponerse de pie de inmediato y continuó jugando como si nada.
Thuram, máximo goleador de un Inter que hoy llegó a 72 goles en el campeonato (superando los 71 que celebró en 2021-22 y quedando a sólo cinco de los 77 que convirtió en 2022-23), no pudo modificar un resultado que ya estaba puesto cuando saltó a la cancha.
Piccoli tuvo su revancha apenas comenzado el complemento, aprovechando una merma habitual que suele experimentar Inter cuando saca ventaja de más de un gol, y tras un centro de Tommaso Augello acortó distancias de cabeza, ingresando libre ante la pasividad del brasileño Carlos Augusto.
Cagliari estuvo de empatar con un remate del colombino Yerry Mina que encontró una sólida respuesta de Sommer, mientras que Barella trató de sorprender a continuación a Caprile, pero lo encontró bien parado, como quedó luego el propio Mina ante el salto de Bisseck para conectar el balón de cabeza a la red y decretar el 3-1 definitivo.
Lejos de desmoronarse, el equipo sardo intentó recuperarse y Sommer tuvo más trabajo que de costumbre, aunque no fue el único responsable de mantener la ventaja, rubro en el que se destacó una intervención del neerlandés Stefan De Vrij para despejar sobre la línea un remate de Piccoli.
Fue la última oportunidad que tuvo Cagliari, que pareció agotar sus fuerzas y le permitió a Inter regular nuevamente los ritmos sin desperdiciar energías que serán vitales para los próximos dos duelos que le esperan.
Si los supera, la mesa quedará prácticamente servida para que Inter (en el que hoy ingresó el argentino Joaquín Correa por Arnautovic a los 59') festeje del mejor modo la Pascua, como sueña con hacerlo Cagliari (que tuvo al argentino José Luis Palomino en el once titular), que el lunes de la próxima semana cerrará la trigesimotercera fecha de local frente a Fiorentina.
No la tiene fácil el equipo de Nicola en la recta final del campeonato, al que le quedarán otras seis fechas por jugarse porque con 30 unidades quedó tres por delante de Parma y a cuatro de Lecce, que hoy cerraba la jornada de adelantos en campo de Juventus. Empoli sigue en zona de descenso con 24, los mismos que Venezia, que hoy derrotó por 1-0 al colista Monza (15), prácticamente condenado.
"Estuvimos un poco dormidos en los primeros dos goles de Inter y si bien no jugamos con la misma determinación en el segundo tiempo, paradójicamente contamos con una gran chance para empatar el partido y después para descontar con esa pelota que De Vrij despejó sobre la línea. Hubiese sido divertido ver qué hubiese sucedido si entraba", resumió Nicola.
Cagliari cayó de pie y fue el mejor homenaje a los campeones que llevaron a la cima del fútbol italiano al club sardo en 1970 y quedaron en la historia de la mano del "filósofo", Manlio Scopigno, técnico de aquel equipo que se consagró con el legendario Gigi Riva en el plantel y con cuatro puntos de ventaja sobre Inter. (ANSA).
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